Hace un año, Gabriela Paredes y Aline Meghdessian se atrevieron a dar el salto de las redes sociales al local propio con sus “rockin’ sweets”. Fue cuando encontraron en alquiler una esquina de La Blanqueada –en una zona que los locatarios afirman que es más apropiado llamar barrio Belgrano– lo suficientemente espaciosa para su producción dulce. Le pusieron Pistacho a una pastelería distinta, que los vecinos relojeaban, entre la expectativa y el asombro. Es que inicialmente no abrían al público, únicamente horneaban y vendían por Instagram; se hicieron desear. “La gente pasaba y, claro, sentía olorcito rico y nos preguntaba si podía comprar alguna cosa”, recuerda Meghdessian.

La pareja de pasteleras, que se conoció trabajando en una cafetería, no tardó en adaptarse a las demandas. Por eso la idea de funcionar como take away donde se pudiera retirar un postre y un café de especialidad dio paso a la instalación de un par de mesitas afuera. Después accedieron a agregar algunas opciones saladas, como scons, medialunas rellenas, sándwiches (tostados, vegetarianos, de pollo, $ 200) y tartas (porción, $ 180), y ahora hasta rotan las sopas en el menú de almuerzo. El café que sirven es de Cardenal; ofrecen desde espresso ($ 110) en adelante, distintas bebidas con leche y van sacando especiales con salsas: ahora mismo está el latte con salsa de calabaza.

Gabriela.

Gabriela.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

En el sector goloso es donde aflora lo más original de Pistacho. “Desde el principio dijimos ‘no vamos a hacer lo que hacen en todos lados’. Quisimos arriesgarnos un poquito más en las combinaciones. Por suerte tuvimos una respuesta bastante alentadora de los primeros clientes; sobre todo destacaban eso, que tuviéramos productos que no se consiguen de repente en una panadería o en los comercios que tenían cerca”.

Foto del artículo 'Pistacho, una pastelería de especialidad que sorprende en La Blanqueada'

Foto: Rodrigo Viera Amaral

¿Qué sería distinto? Ensaimada rellena con crema de pistachos y haba tonka, cookies enormes de pasta de maní, lunette, una suerte de espejito, con masa de semillas de sésamo negro y relleno de ganache de chocolate con leche belga y centro de mermelada de papaya… y así.

Del sector tortas, las más exitosas son la carrot cake en sus dos presentaciones, redonda y con frosting de queso (en temporada, sacaron una con baño cítrico y quinotos en almíbar) y como budín vegano, y la red velvet “de terciopelo” con capas cremosas y aireadas endulzadas con azúcar impalpable. Pero además se puede encontrar un tiramisú con carga extra de café, que sustituye las plantillas del postre italiano por tapitas de pionono embebidas en espresso. Y cualquier preparación con pistachos –hasta la pasta la elaboran ellas– se termina volando.

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Foto: Rodrigo Viera Amaral

No todo está siempre; hay partidas pequeñas, para fechas puntuales o porque sí, y semanas de innovar. Para la Pascua pasada hicieron, en vez de conejos, dinosaurios de chocolate belga semiamargo con trocitos de toffee (caramelo salado) y otros de chocolate blanco con brigadeiro de pistachos y limón; tenían roscas de crème brûlée y otra tipo baklavá. En el cambio está el gusto, aunque algún fanático se les retobe cada tanto. “Si bien tenemos los clásicos, la idea es que los clientes no se aburran y que vuelvan. Es muy gracioso, porque tenemos varios que vienen, nos dicen ‘¿tenés la tarta de puerro con peras que probé la semana pasada?’ y se enojan si no está la misma como les gustó. Pero tenemos otra, la prueban y así siguen viniendo, por suerte”.

Las variaciones pueden ser, por ejemplo, que en un shamalí (torta de sémola), que originalmente va con un agua de rosas, utilicen en su lugar un almíbar de cedrón, para que sea un poco más fresco. O que para un baklavá roll cambien las capas de masa filo por una mantecosa, de medialuna, y utilicen tahini, canela, azúcar, nueces y almíbar. “En realidad”, explica Meghdessian, “eso lo hacemos porque yo soy de familia armenia y tratamos de traer algunos sabores orientales con algunas vueltas, manteniendo la idea de respetar lo clásico”. Su primera escuela fue en casa, no sólo por las comilonas familiares, sino porque su madre –de raíces rusas y libanesas– es pastelera y desde que era chica le pedía ayuda para darle terminación al glasé real de las tortas de bodas.

Gabriela, Aline, Micaela.

Gabriela, Aline, Micaela.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Al mismo tiempo hacen rescates de recetas de antes, rearmándolas o, como dicen “capaz que mejorando algunos detalles en los procedimientos”. Pongamos por caso una masita damero que en los “casilleros” de vainilla esté saborizada con mandarina. Otras audacias: tomar dulces de la infancia, clásicos de quiosco, y hacerlos “de confitería”: como el alfajor tipo Surprise, una versión de galletita Lulú de frutilla, de Ricardito, con el merengue saborizado, de Chocman, de Kinder o de Merienda Sote. “Tratamos de armarlos de vuelta acá, un poquito más sanos o con ingredientes más naturales”, cuentan.

Tras la sorpresa del comienzo, lograron la adhesión de los vecinos. Hay una incluso con tal enganche que llegó a decirles: “Espero que no se vayan a ningún otro lado, porque las seguimos”.

Pistacho patisserie, en Brito Foresti y Gregorio Funes.

Pistacho patisserie, en Brito Foresti y Gregorio Funes.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Pistacho patisserie, en Brito Foresti y Gregorio Funes. De lunes a viernes de 9.00 a 19.00 y sábados de 10.00 a 18.00. Por encargos de tortas o preparaciones para festejos: 095 341 236.


Concurso de Cocina Uruguay, en TV Ciudad. Foto: Captura.

Concurso de Cocina Uruguay, en TV Ciudad. Foto: Captura.

Estrenan concurso de Cocina Uruguay en TV Ciudad

El concurso convocado a través del programa de educación alimentaria Cocina Uruguay, que lleva adelante la Intendencia de Montevideo, llega el martes 23 de abril a las 21.00 a TV Ciudad en formato de torneo semanal. Tras un llamado a presentar recetas saludables, nutritivas y económicas, 20 participantes –entre ellos hombres y mujeres, de distintos rincones de Uruguay, así como migrantes– resolverán sus comidas, por regla general, con ingredientes que no deberían faltar en la alacena de cualquier familia: desde vegetales de estación hasta proteínas animales o lentejas. De allí saldrá elegida una preparación que integrará un recetario.

Bajo la conducción de Florencia Infante, este estreno contará como jurados con el gastrónomo Pablo Lizardi, la nutricionista Laura Fazio y el músico Pablo Silvera, más dos tutoras de los concursantes.

De ese modo, el número inicial quedará reducido a 12 contendientes que buscarán posicionarse como el mejor cocinero del país. Para eso cocinarán en tiempo real en los estudios montados en Kibón.

Belén Salazar se despide bien rodeada

La última cena, la que marca la despedida de la cordobesa Belén Salazar después de cinco años al frente de Sucré Salé (Alianza Francesa, Bulevar Artigas 1271), tiene día y hora: sábado 27 de abril a las 20.30. Para la ocasión habrá invitados especiales, colegas que de un modo u otro apoyaron su proyecto gastronómico: Marcelo Cerminara, Imanol Alonso, Carolina Mena, Adrián Orio y Mathías Delgado.

Serán en total seis cocineros para tres abrebocas, una entrada, un plato principal, un postre y una yapa, regados por bebidas con y sin alcohol.

Para reservar: 2401 4284.

Abre restaurante Quintón Plaza de Toros en Colonia

La noche de gala que ofrecerá el tenor Plácido Domingo podrá ser complementada con una cena en las instalaciones del nuevo espacio gastronómico de la bodega Viñas del Quintón dentro de la renovada Plaza de Toros de Colonia del Sacramento. Por más detalles: enviar whatsapp al 096 118 192.