El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció en una carta difundida en su cuenta de X que cancelará por unos días su agenda pública y analizará su continuidad en el cargo, después de que un juzgado de Madrid decidiera abrir una investigación contra su esposa, Begoña Gómez. El lunes el líder socialista comunicará en una conferencia de prensa si sigue al frente del gobierno.

La denuncia judicial fue presentada por la organización sindical de extrema derecha Manos Limpias, que afirma que Gómez recomendó o avaló con su firma a empresarios que accedieron a ayudas estatales o contrataciones públicas. Esas acusaciones se basan en artículos de medios digitales que Sánchez vincula en su carta con la ultraderecha y contra los cuales Gómez inició acciones judiciales para que rectifiquen lo publicado.

Los artículos dicen, por ejemplo, que la Unión Temporal de Empresas presentó una carta de recomendación firmada por Gómez y obtuvo un contrato de 10,2 millones de euros, informó Europa Press.

También afirman que la aerolínea Air Europa fue beneficiada como adjudicataria de licitaciones estatales y “pactó pagar 40.000 euros al año al Africa Center”, donde Gómez dirige un máster, y entregar “15.000 euros al año en vuelos de primera clase para la denunciada y su equipo”, según citó la agencia Efe.

Las acusaciones apuntan a los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, y el juez a cargo del caso ya dispuso las primeras medidas para investigarlas.

En su carta pública, Sánchez afirma que “Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes”.

El presidente del gobierno afirmó que a medida que se hacían esas publicaciones, él y su esposa las fueron desmintiendo, además de presentar acciones judiciales para que fueran rectificadas.

Dijo que “esta estrategia de acoso y derribo” en su contra “lleva meses perpetrándose” y que incluye una denuncia que presentó el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ante la Oficina de Conflicto de Intereses, que finalmente fue archivada. En esa denuncia, recordó Sánchez, el dirigente opositor pidió su inhabilitación por cinco o diez años para el ejercicio de cargos públicos.

El líder del Partido Socialista Obrero Español también señaló en su carta que una vez que se archivó esa denuncia, Núñez Feijóo y el partido ultraderechista Vox, encabezado por Santiago Abascal, descalificaron a los funcionarios que la tramitaron e impulsaron una comisión de investigación parlamentaria al respecto. “Como es lógico, faltaba la judicialización del caso. Es el paso que acaban de dar”, agregó.

“En resumen, se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa”, dijo Sánchez. “No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa”, manifestó.

A su vez, consideró que los ataques no están dirigidos tampoco hacia él personalmente, sino hacia “una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática”.

Recordó que antes de las elecciones de 2023 existió un “sostenido intento de deslegitimación del gobierno de coalición progresista al calor del ignominioso grito de ‘que te vote Txapote’”, en alusión a un líder de ETA condenado por más de una decena de asesinatos, y que después de esa votación la derecha y la ultraderecha “no aceptaron el resultado electoral”.

Para Sánchez, “fueron conscientes de que con el ataque político no sería suficiente y ahora han traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del gobierno y el ataque a su vida personal”.

El dirigente señaló que en España existe “una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas” que “están dispuestos a esparcir fango con tal” de tapar sus propios escándalos de corrupción, de “esconder su total ausencia de proyecto político más allá del insulto y la desinformación” y de “valerse de todos los medios a su alcance para destruir personal y políticamente al adversario político”.

“Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del gobierno o renunciar a este alto honor”, concluyó Sánchez.