El senador nacionalista anunció hace unos días que la decisión de presentarse o no como precandidato era personal, no colectiva, y que la iba a comunicar “en una o dos semanas”. La indefinición de Juan Sartori generó malestar entre sus suplentes. Para Juan Straneo, primer suplente, la situación “no hace bien, no es feliz”. Rosina Piñeyro, segunda suplente y madre de Sartori, consideró que el senador y empresario “necesita comprometerse, elegir algo y seguirlo. A mí no me importa lo que elija. Si quiere hacer política, que la haga, pero si quiere seguir con las empresas, que lo haga, si quiere ser presidente de Nacional, que lo haga. Lo que no puede pasar es que se meta en una cosa y después pase a otra, y después a otra, y siga así toda su vida sin comprometerse con nada. Me preocupa que se esté formando una imagen del mundo que no es real y que se choque contra la pared cuando sea una persona grande”.

Demasiadas opciones: “No sé. Me gusta la política, pero también el fútbol. Y tocar la guitarra. Creo que me gustaría tener una banda. Tampoco estoy tan seguro. Me gustan los autos también. Capaz que tener un taller mecánico”. Juan Sartori, durante la sesión con el psicólogo al que lo mandó su madre.