Con un gol de Franco Nicola en los descuentos, el elenco de Belvedere se alzó con una gran victoria que le permite seguir pensando en pelear su clasificación al sumar 4 puntos en el grupo F, los mismos que tienen Palmeiras e Independiente del Valle, que deben jugar entre sí. Victoria importantísima del campeón uruguayo.

Liverpool recibió a San Lorenzo en el estadio Centenario y desde el barrio de Boedo vinieron unas 10.000 personas. Del barrio Belvedere también vinieron unas cuantas, es lo que el partido prometía. El santo de Boedo está dirigido por un histórico, el Pipi Leandro Romagnoli, que asumió tras la partida de Rubén Darío Insúa. En un principio, el talentoso volante del cuervo iba a asumir de manera interina, pero se terminó definiendo su rol de forma definitiva. San Lorenzo, en esta nueva etapa, empató con Central Córdoba de Santiago del Estero sin goles.

Adam Bareiro, de San Lorenzo, y Martín Barrios, de Liverpool, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Adam Bareiro, de San Lorenzo, y Martín Barrios, de Liverpool, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Foto: Camilo dos Santos

El equipo de un también histórico local, Emiliano Alfaro, está envuelto en la novela imposible de disimular con Miguel Samudio. De un momento para otro, el paraguayo pasó de héroe a villano y fue separado del plantel. El entrenador pareció cuidar a los suyos, y la dirigencia, con aplomo, aprobó la resolución del entrenador. Aquello desató una serie de especulaciones que sólo alimentaron el chusmerío. Lo único cierto: Liverpool empató el fin de semana que se fue contra Defensor Sporting, tras verse superado en el primer tiempo y empezar el complemento con un gol adentro. El equipo, con los cambios, encontró la respuesta y llegó al partido con San Lorenzo con la emoción empardada.

Jugando entre sueños y realidad

En el partido, San Lorenzo comenzó por presionar. Pero Liverpool tenía otros planes. El negro de la Cuchilla de Belvedere fue a buscar el partido con sus herramientas, aunque no estuvo tan certero en la última línea. El arquero cuervo Facundo Altamirano salió despavorido en dos oportunidades y se quedó con las navajas del elenco oriental. El equipo argentino llegó con Agustín Glay con claridad por la derecha, pero Gastón Guruceaga, con una acrobacia, se quedó con el intento. Por el otro lado, el endiablado Nahuel Barrios jugaba como en el campito; Agustín Cayetano tuvo trabajo, pero es de tarea aplicada. En el área, el paraguayo Adam Bareiro era una constante luz de peligro.

Renzo Machado, de Liverpool, luego del gol de Franco Nicola a San Lorenzo, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Renzo Machado, de Liverpool, luego del gol de Franco Nicola a San Lorenzo, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Foto: Camilo dos Santos

Pero entre Matías de los Santos y Enzo Martínez se encargaron de apagar todo ese fuego de una de las figuras de un equipo sin demasiadas estrellas. Del otro lado, algo similar: Luciano Rodríguez no es sólo la figura del equipo de Alfaro, sino que es de las últimas grandes apariciones del fútbol uruguayo.

El colombiano Jhohan Romaña tuvo planchada y el uruguayo sólo pudo probar de lejos. La más clara de Liverpool fue en un tiro libre de Diego García, de gran participación, que conectó Matías Ocampo en el primer palo. La pelota dio en el travesaño y suspiró el barrio de Boedo.

Liverpool tuvo en Matías Ocampo su mejor exponente hasta que fue sustituido. Luciano actuó como desviador de toda la atención, pero no fue de sus noches más certeras. Por su parte, Adam Bareiro pareció crecer en el juego y aquello llamó la atención de Emiliano Alfaro. Giay volvió a desbordar y en el área Nahuel Barrios exigió a Guruceaga. Romagnoli fue el primero en mover el banco de suplentes, quería llevarse algo de Montevideo. El partido se animó porque ambos quisieron. Liverpool creyó en sí mismo, tuvo con qué contestarle al equipo argentino, pero también buscó en el banco refrescar la idea de quedarse con los puntos.

Los jugadores de Liverpool al final del partido con San Lorenzo, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Los jugadores de Liverpool al final del partido con San Lorenzo, el 23 de abril, en el estadio Centenario.

Foto: Camilo dos Santos

Franco Nicola incomodó a Romaña. Le cayó dos o tres veces a Romaña, que defendió con toda su humanidad. En la que pudo escaparse generó una clara en el área, pero la pelota terminó rebotando. No les sobró ingenio a ninguno de los dos; los centrales fueron figuras en ambos equipos y los arqueros apenas tuvieron alguna participación. El partido por momentos pisó las baldosas flojas, pero tuvo cierta intensidad continua. En los descuentos, Agustín Giay quiso alcanzarle la pelota a su arquero con la cabeza, pero no hizo más que dejársela servida a Franco Nicola, que convirtió ese error en el delirio de todo un barrio. Liverpool le ganó en la hora a San Lorenzo de Almagro por la Copa Libertadores de América.