Una integrante del Codicen (el órgano político que dirige la ANEP), consultada por una periodista acerca de los celulares, contestó que ese era un tema que le preocupaba, pero que no se había discutido en el Codicen, por lo que entendía que debía ser abordado en cada servicio dependiente, o en cada aula.

Tan masivo es el uso de los celulares y tantas posibilidades de información permiten, que quien contestó de modo tan evasivo notoriamente no quiso comprometer una opinión, aunque quien le preguntaba mencionó que había establecimientos de enseñanza privada donde los celulares debían ser depositados por los estudiantes fuera del salón de clase.

Como docente de enseñanza secundaria y superior (retirado) no estoy en condiciones de dar una opinión válida. Aplicando principios, podrían ser diferentes las respuestas según las edades. En la enseñanza media, donde hay que prestar especial atención a la formación ética del adolescente, la solución podría ser disponer que el alumno conserve su celular apagado sin poder llamar durante las horas de clase, salvo que haya prevenido previamente al docente de que tiene una situación familiar, urgente. De cualquier modo, para reconquistar y promover los fundamentales principios de autonomía docente que caracterizaron lo mejor de nuestra historia educativa, cualquier resolución al respecto debería ser adoptada por el Congreso de Educación (que el gobierno aún no convocó) o por la Asamblea Técnico Docente correspondiente. En la enseñanza superior, este asunto es obvio que, de producirse, no precisa una resolución de carácter general.

En cuanto al uso de las redes y de Internet, en el ámbito de la educación pública (como tal vez esté ocurriendo en algunas aulas por iniciativa de algunos docentes) sólo cabría sugerir precauciones o denunciar peligros por su uso.

Un panorama mundial

Los innegables avances tecnológicos mencionados se produjeron no sólo por aportes científicos sino por su utilización comercial, por el lucro que buscan los propietarios de los medios de producción. Un estudio reciente de Oxfam revela que los beneficios monetarios que se produjeron entre 2021 y 2023 aumentaron 14 veces más que los salarios en los países estudiados, que aportan el 81% del PIB mundial. La tecnología no siempre significa un progreso. Hay celulares que cuestan más de 1.300 dólares, y desde luego que muchos se venden.

Esa derecha tiene conciencia de que para buena parte de la opinión pública poco ilustrada, lo educativo es demasiado complejo y por eso hacen demagogia. La derecha no está interesada en educar, sino en ganar votos.

Nuestro panorama

Me parece que hay signos evidentes de los desastres que acumuló el gobierno actual e incluso creo que la mayoría de la opinión pública los percibe. Pero cada día se perfeccionan los mecanismos de manipulación que están en manos de la derecha massmediática.

El designio de la derecha política fue claro desde el inicio, cuando aprobó la ley de urgente consideración (LUC) y en ella atacó todo lo que pudo la autonomía de la ANEP, retrocediendo, además, en anular el principio valeriano de la obligatoriedad de la enseñanza primaria. Ahora invocan estas reformas negativas como prólogo (“sigamos cambiando”, eslógan de Álvaro Delgado) de supuestas mejoras. Esa derecha tiene conciencia de que para buena parte de la opinión pública poco ilustrada, lo educativo es demasiado complejo y por eso hacen demagogia. La derecha no está interesada en educar, sino en ganar votos.

Si triunfa el Frente Amplio, tendrá que rehacer muchas cosas, no sólo en educación. Pero en educación (precisamente donde los resultados son más lentos) tendrá que recrear los Consejos de Primaria y Secundaria, el Congreso de Educación, ya creado por ley y que estaba previsto que se realizara por lo menos una vez en cada período de gobierno y deshacer muchos otros desastres. No sólo una “reforma educativa” (que sí, siempre, hay que adecuarla) sino “reconstrucción educativa” con participación fundamental de los docentes y también de la ciudadanía que se interese.