China pidió el viernes “calma” después de que Corea del Norte disparara más de 200 rondas de proyectiles de artillería cerca de dos islas remotas de Corea del Sur. Esos disparos llevaron a Seúl a acusar al gobierno norcoreano de llevar adelante “un acto de provocación” y a responder con ejercicios con fuego real. Los residentes de las islas surcoreanas Yeonpyeong y Baengnyeong, que se encuentran cerca de la disputada Línea Límite Norte (la LLN), tuvieron que ser evacuados, según explicó Al-Jazeera.

Un portavoz para el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, Lee Sung-joon, dijo que el fuego de artillería de Corea del Norte no causó ningún daño y que todos los proyectiles cayeron al norte de la frontera de la LLN, pero afirmó que actos así amenazan la paz en la península.

Por su parte, Corea del Norte dijo que los proyectiles que disparó fueron una “respuesta natural” a las acciones militares de los “pandilleros militares” surcoreanos y amenazó con una “respuesta fuerte sin precedentes” si Corea del Sur continuaba haciendo provocaciones. Agregó que los ejercicios no afectaron a Yeonpyeong ni a Baengnyeong y que Corea del Sur estaba intentando “engañar a la opinión pública”, según informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).

Después del enfrentamiento, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, declaró en una rueda de prensa: “Estamos monitoreando de cerca el desarrollo y los cambios de la situación en la península de Corea. Recientemente, la confrontación entre las partes relevantes se ha intensificado y la situación en la península se mantiene tensa, según informó EFE. Explicó que, como “vecino de la península”, China siempre quiso “mantener la paz y la estabilidad” y promover “el diálogo y la consulta” para solucionar los conflictos. Wang agregó “Esperamos que todas las partes involucradas se mantengan calmadas y muestren contención, se abstengan de tomar acciones que puedan exacerbar las tensiones, eviten una escalada adicional de la situación y creen condiciones para reiniciar un diálogo significativo”.

Esta semana, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, dijo que su ejército debería “aniquilar completamente” a Estados Unidos y Corea del Sur si provocaban a su país, según KCNA. Describió a Corea del Sur como “un estado subordinado colonial y malformado hemipléjico” cuya sociedad está “contaminada por la cultura yanqui”.

Por su parte, el Ministro de Defensa surcoreano respondió a estas amenazas diciendo que las fuerzas de su país y las estadounidenses tomarían represalias y pondrían fin al liderazgo de Kim, según informó Euronews. El lunes, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, describió planes para fortalecer las capacidades de ataque preventivo, defensa antimisiles y capacidades de represalia en respuesta a la amenaza nuclear de Corea del Norte. Yoon agregó que Corea del Sur “está construyendo una paz real y duradera a través de la fuerza, no una paz sumisa que depende de la buena voluntad del adversario”.

Las relaciones entre las dos Coreas se han ido deteriorando recientemente. El año pasado, Pyongyang probó varios misiles balísticos intercontinentales avanzados y lanzó un satélite de reconocimiento en noviembre. Probó el Hwasong-18 de combustible sólido, su misil balístico más avanzado, tres veces en 2023.

En general, Corea del Sur ha respondido a tales acciones con mayores medidas y simulacros de seguridad, a menudo junto con Estados Unidos, según explicó Deutsche Welle. En diciembre, Estados Unidos desplegó un submarino de propulsión nuclear en la ciudad de Busan, en Corea del Sur, y llevó a cabo ejercicios con aviones bombarderos junto con Corea del Sur y Japón. Corea del Norte describió estos actos como “acciones provocadoras intencionales de guerra nuclear”.

Según recordó Reuters, la LLN se estableció como frontera no oficial después del final de la Guerra de Corea, pero Corea del Norte comenzó a disputarla en los años 70, con el argumento de que la línea, que marca el punto medio aproximado, debería estar más al sur. Han tenido lugar varios enfrentamientos mortales en las aguas que rodean la LLN, incluido el de marzo de 2010, cuando una corbeta surcoreana fue hundida, según se informa por un torpedo norcoreano. Murieron 46 marineros. En noviembre de ese año, la artillería norcoreana disparó varias docenas de proyectiles contra la isla de Yeonpyeong, matando a dos soldados y dos civiles.