El subtítulo de la obra es “Reflexiones sobre el imaginario de la dictadura”. La portada muestra una imagen voluntariamente distorsionada de un libro de propaganda del proceso civil-militar que nació del golpe de Estado de 1973. Ambos datos anuncian lo que será el contenido: cuestionar, pero a través del análisis. Resulta un acierto la opción por detenerse en la producción audiovisual del gobierno de facto. Pensar, desde un punto de vista cinematográfico, los cortos de la Dirección Nacional de Relaciones Públicas (DINARP), enriquece una línea de estudio con ilustres antecedentes (piénsese, por ejemplo, en los trabajos de Gerardo Caetano, Juan Rial, o Hugo Achugar). Esos cortos, que pueden verse en Youtube, en el canal del Laboratorio de Preservación Audiovisual de la Universidad de la República, van dando cuenta de una idea que luego se volverá explanada y concreto en el Monumento a la Bandera, de Tres Cruces. Ladrillos para un edificio esencialista de lo que es ser oriental (ver reseña de 1975: año de la orientalidad) y que articulaba dos elementos, gobierno y pueblo, pero sin incómodos intermediarios. El autor mira, con ese prisma, la comunicación cotidiana de obras de gran calado, como la represa de Salto Grande, o de porte algo menor, como la caminería, y analiza cómo los estilos militares intentan presentar la sobriedad ejecutiva como una forma remasterizada del heroísmo. Una lectura ágil para un análisis profundo.

Aldo Marchesi. Estuario, 2023. 148 páginas, 590 pesos.