Fuentes del Partido Nacional reconocieron que en la interna de la colectividad política existe “gran nerviosismo” por las eventuales derivaciones de un hecho que inicialmente había sido considerado como “un accidente intrascendente”. A fines de febrero, un dirigente nacionalista tropezó mientras caminaba por la vía pública. En ese momento otro transeúnte se le acercó para preguntarle si necesitaba algo, y como respuesta, el dirigente ocultó su cara tras las solapas de la gabardina y comenzó a correr.

Testigos del hecho relataron que el nacionalista se metió en una comisaría y salió escoltado por varios agentes policiales. Uno de los agentes abordó al testigo inicial del tropezón y lo amenazó con “darle para que tenga” si mencionaba el hecho. Según pudo saberse, este agente en realidad ya no trabaja en la policía, sino que fue expulsado de la fuerza tras comprobarse que tenía vínculos con el narcotráfico y en la actualidad se desempeña como chofer de un legislador nacionalista.

Las fuentes indicaron que en el PN hay una “tensa calma”, mientras se esperan posibles nuevas revelaciones. “No sabemos qué tan alto puede llegar todo este asunto, pero existe un riesgo cierto de que termine afectando al gobierno”, admitieron.

La opinión experta: “La expresión ‘blanco pillo’ es redundante, por lo que se desaconseja su uso”. Real Academia Española.