El gurisito criado en Peñarol fue titular en la primera semifinal de la Champions League. Su equipo, el Real Madrid, empató 2-2 con los locales del Bayern Munich en el Allianz Arena de Alemania. La joven estrella uruguaya es indiscutido en el poderoso equipo madrileño, y es de los indispensables para su entrenador. La vuelta será el próximo miércoles 8 de mayo en el Santiago Bernabéu a las 16.00.

El partido fue intenso desde antes del inicio. Al minuto de juego todo estaba prendido fuego ya: Harry Kane metió una navaja para que Leroy Sané defina ante la humanidad de Andriy Lunin que desvió el juguete. Minutos después cambiaron los roles pero el arquero siguió siendo el mismo y se quedó nuevamente con el intento. Le costó al Real Madrid hacerse con la pelota, que según algunos es hacerse con el juego. El intenso equipo alemán asedió al Madrid que sin embargo no se despeinó. En la mitad del primer tiempo, se acomodó la raya al medio y, por un pase de Toni Kroos, Vinicius definió ante Manuel Neuer y abrió el partido.

El encuentro cambió de timonel y recién sobre el final, faltando cinco para el tiempo reglamentario, un tiro libre de Kane pudo empatar las cosas. Sobre el pucho el que probó, también de pelota parada, fue Kroos. El mismo Kroos inauguró el segundo tiempo avisando a Neuer pero pasados los 50 minutos, los locales encontraron el empate. Sané, que tenía un partido aparte con el arquero merengue, lo venció finalmente por cansancio y con un remate al primer palo de Lunin.

Minutos después todo volvería a cambiar porque Jamal Musiala cayó en el área y el árbitro del encuentro, Clement Turpin, cobró penal de Lucas Vázquez. El tremendo Kane no falló y puso a su equipo arriba. El Bayern Munich se agrandó con darlo vuelta y fue por más. El Madrid jugó entre resistir y conseguir lo que sea. Por momentos metió siete jugadores en su campo, Valverde, laborioso, cubrió la subida de uno de los laterales con oficio.

Vinicius, que es un jugador descollante, volvió a probar al arquero pero Neuer volvió a dar la negativa. Fue recién en el último tramo del partido que el brasileño consiguió el empate. El surcoreano Kim Min-jae tumbó a Rodrygo y Turpin volvió a decidir con penal la situación.

El Madrid finalmente volverá a España reconfortado por el empate y con la llave en sus manos o en sus pies, aunque fue (y es) dura la planchada para Valverde y sus secuaces.