Un festival literario internacional, Eñe, que incluyó una cincuentena larga de poetas locales entre sus participantes. Dos ciclos de poesía, Shhh y Veladas beatnik en boliches usualmente tomados por bandas de rock. El retorno de una tertulia que comenzó hace 15 años, Caramelos y pimientos. Una serie de recitales multimedia organizados alrededor de un libro de poesía editado el año pasado, Algo pasa por la voz, y editada ahora en DVD como (Tamudando). Un festival, Gusto tuyo, que con auspicio oficial busca integrar a los poetas de la región. Indudablemente, durante 2010 hubo en Montevideo abundancia de poesía, al menos como actividad presencial.

Es imposible hablar de un boom sin mencionar la centralidad del ciclo Ronda de poetas, que se lleva a cabo todos los jueves desde marzo de 2006 en Cheesacake Records. Gracias a la ubicación del local -en la calle Ciudadela, entre dos bares muy concurridos, La Ronda y Santa Catalina-, el ciclo logró quebrar de forma notoria la pareja relación numérica entre asistentes y participantes (tendiente al uno a uno) que suele darse en las lecturas de poesía tradicionales. El secreto consiste en que las actividades tienen lugar tanto dentro de la pequeña disquería-bar-estudio de grabación como en su amplia y transitada vereda.

El organizador de este emprendimiento es el poeta (y performer: ver la tapa de la diaria del 22/12/2010) Martín Barea Mattos (Montevideo, 1978), quien calcula que, de a tres por noche, en su proyecto deben de haber participado un total de 500 invitados. “Ronda de poetas tiene varias pistas. Por un lado, mis antecedentes con Roberto Genta en el Mercado de la Abundancia y Jackson con otros ciclos; por otro lado, ser cliente de La Ronda, donde conozco a Felipe Reyes. Él se quedó sin casa y yo sin trabajo: recaló en mi casa por unos días, me ofreció hacer ‘algo’ con los poetas: nació Ronda de poetas. A cambio, Felipe pagaba la luz de mi casa. Fue un buen comienzo”, recuerda el artista, que nombra a Luis Bravo, Genta y Roberto Echavarren como los autores-críticos que lo aconsejan en la selección de actividades.

Barea coincide con quienes opinan que hubo un antes y un después del ciclo que impulsa: “Ronda de poetas abrió la ventana. Antes los ciclos literarios eran de puertas cerradas con ambientes plomizos, cargados de tabaco (¡qué días!), formales, ‘no aptos para todo público’. Ronda de poetas, por el contrario, fue hacia la gente. Diría que lo mejor de la Ronda de poetas es la proximidad, lo abierta que es con el visitante. Por otra parte, inauguramos la era digital: tenemos grabada gran parte de las noches. Antes era todo con grabador arriba de la mesa. Ése es el verdadero legado de Ronda de poetas”.

Barea también fue el curador de las lecturas de poesía en el Festival Eñe, organizado por el Centro Cultural de España. “Se publicó una separata, que es lo que quedó para adelante. Intenté representar lo canónico, lo emergente, lo permanente, lo distinto... ¡y alguno se enojó!”.

Aunque cree que en 2010 hubo más actividad en su campo, Barea no está de acuerdo en que sea algo positivo: “En Living ‘clonaron’ Ronda de poetas y surgieron más emails y ruido. La librería La Lupa abrió para nuestro lado, el de la poesía. También se hizo el festival Gusto tuyo, organizado por [Manuel] Barrios. Pero no siempre más es mejor, o no todos los proyectos caminan”.

Lectoescritura

•“Hay grandes escritores que no pueden leer sus textos, y hay malos poetas que leen sus textos todo el tiempo. En términos de estrategia se pueden cruzar y se potencian. Son dos artes que hay que cultivar” (Barea). •“Un poeta necesita de un poema para poder hacer una lectura en público, con eso basta. El libro es una necesidad que va por otro lado, es la materialización de una obra. Pero la obra no se queda en el libro, se continúa con el artista, en las presentaciones que éste pueda hacer de ella. Creo que es un gran desafío para todos los escritores el leer o recitar sus poemas, ya que para eso es necesario buscar una voz que sea fiel al texto, al estilo de uno y a lo que quiera transmitir. Hay quienes no se creen escritores porque no publicaron un libro y eso es un gran error, el mismo horror que se comete cuando para ciertos llamados a escritores se les pide que tengan publicado al menos un libro, si al final de cuentas imprimir un libro, ya sea en forma independiente o por una editorial, es mandar un archivo a imprenta y pagar su impresión” (Ubillos). •“El contacto con poetas de otras partes de Latinoamérica a partir de Gusto tuyo evidencia, a nivel de producción literaria, cierta falta de trabajo reflexivo en general. También revela que muy pocos poetas uruguayos saben leer sus textos. Algunos funcionan para ser leídos pero, lamentablemente, no todos saben leer lo que escriben” (Barrios).

Armónico

El docente, ensayista y poeta Luis Bravo es uno de los agitadores más constantes de la escena poética posdictadura. Integrante del grupo que giraba en torno a Ediciones de Uno, estudioso de la historia reciente de la poesía uruguaya, él mismo se ha transformado en un puente entre distintas generaciones de creadores. “Ya en 1989 con Ritual para trece cuadros de lluvia despegué hacia un tipo de universo performático cuya puesta en escena multidisciplinaria me significó un aprendizaje que desde entonces no he dejado de experimentar. En 1998 atravesé la fase de integración de lo multimedial con Árbol veloz, ese retablillo electrónico de poesía en el que participaron 20 artistas en diversas áreas (animación, dibujo, fotografía, música, otros)”, dice Bravo para explicar su tránsito hacia Esto pasa por la voz, el ciclo de lectura, música y danza que organizó en la sala Zavala Muniz en 2009, que ahora ha editado como DVD bajo el nombre Tamudando (Ayuí/Tacuabé). “Este trabajo junto con Berta Pereira, Alejandro Tuana y Pollo Píriz es más on stage, en vivo, porque estamos más jugados a una renovación de las energías que se producen mediante los sonidos conjugados del habla de los instrumentos y de la sonoridad de la palabra, como un ritual neochamánico que no deja de ser gozable como lírica de la voz”.

Sobre la vinculación con lo musical y lo escénico, el poeta aclara: “La dicotomía poética que los anglosajones denominan page/stage es en mi poética una dialéctica complementaria, no es algo excluyente ni esquizoide, como al parecer aún este medio cultural parece concebirlo. Un medio cultural de profundas estructuras conservadoras que le cuesta muchísimo reconocer las innovaciones que se hacen aquí, hasta que no las ve refrendadas por la mirada externa, por el mercado global o por el bronce mortuorio. Igual, eso ya no me impide trabajar con un espíritu de libertad y alegría, aunque a veces me apena, claro”.

Guitarrista

También Amir Hamed (Montevideo, 1962), narrador, crítico y poeta, reafirma su vinculación con la tradición anglo, pero en su caso a través de la pasión rockera-beat. Durante varios miércoles de noviembre Hamed organizó las Veladas beatnik en el café la diaria, donde logró conjugar bandas en vivo con lecturas diversas.

“Buena parte de los escritores uruguayos siguen siendo rockers, no sólo por afición, sino porque, estrictamente, son músicos de rock. Eso me hizo pensar que había la necesidad de generar un escenario para que eso se manifestara, es decir, esa comunión de literatura y rock (no música en general, sino específicamente rock, esos decibeles, esa vibración). Creo que la tradición beat (luego vilipendiada como beatnik) no hacía sino intentar recuperar lo que, hasta Platón digamos, estuvo unido: la letra y la música. Los filósofos presocráticos (para no hablar del más obvio Homero) se acompañaban de música y salían de gira por cortes y ciudades a recitar sus respectivos poemas sobre el ser. Ahora bien, ¿por qué hacer algo que remitiera a lo beatnik? Creo que, precisamente, porque durante décadas a los escritores uruguayos les faltó el escenario en el que comulgasen sus pasiones literarias y rockeras. “El buen actor sólo entra a escena cuando han construido el teatro”, decía un personaje de Bustos Domecq. Una vez que se ponen los reflectores y se genera el escenario, salen los escritores músicos, como Sandino Núñez, Gustavo Espinosa, Aldo Mazzucchelli, Ramiro Sanchiz, Carlos Rehermann, etcétera”, opina Hamed.

Las Veladas beatnik no fueron exactamente sesiones de lectura poética, aunque indudablemente ese espíritu presidió los encuentros. Hamed precisa la distinción: “Por lo general se piensa en poesía, pero la literatura abarca más que versos. Las Veladas beatnik tuvieron lecturas de distintos géneros, es decir que hubo también prosa narrativa y ensayística, y un elemento que, me parece, la separa drásticamente de las ‘lecturas de poesía’ más socorridas. Se suele confundir la poesía con esa urgencia del yo por decirse a toda costa, y ahí salen las muchachadas y aquellas que están dejando de serlo a leer sus garabatos líricos. Por lo general, eso habla menos de la literatura que de cierta ansiedad. Por el contrario, lo que tratamos de hacer con las veladas fue algo que tuviera un anclaje cultural. Más importante que nosotros, los escritores que participamos en la velada, es la cultura que nos ha nutrido. Por eso se rindió tributo a escritores como Berenguer, Vilariño, Levrero, Di Giorgio, Herrera, pero también por eso se les pidió a todos los participantes que leyeran textos de alguien más. Antes de escribir, todos hemos leído; si escribimos es por gratitud para con los libros. Y eso es lo que intentaron transmitir las veladas”, amplía Hamed, autor de Orientales (Hum), una antología crítica de la poesía uruguaya reeditada hace pocos meses.

Gastronómico

Si Ronda de poetas va los jueves, Shhh está todos los domingos en otro bar pequeño, en otro barrio con movida nocturna: Living y su diminuto sótano están en Paullier y Bulevar España.

El promotor de este ciclo es Martín Ubillos (Montevideo, 1981), también poeta. “La idea continúa la iniciativa que tuvimos como grupo quienes fundamos la Comproper (la Comisión Pro Pérdida) y es romper un poco el esquema tradicional de los espacios donde reside el arte y la forma en la que se presenta. Por noviembre de 2008 comenzamos a organizar lecturas y presentaciones de músicos en espacios alternativos. Queríamos tener una opción distinta al momento de leer nuestros poemas, tocar nuestras canciones acompañados por nuestros amigos que también lo hacían, sumado a la gente que si bien no escribía se acercó interesada en la propuesta (algunos de ellos resultaron ser escritores más adelante). A la fecha hemos realizado 14 Compreper, pasamos por livings de casas, azoteas y parques. A una de esas reuniones asistió un amigo, Matías Pizzolanti, quien se encarga de la agenda de Living y nos propuso realizar una versión de lo que ya hacíamos pero en formato de ciclo y en el boliche. La idea nos gustó, entre otras razones porque es nuestro bar de cabecera, así que trasladamos todo lo que se pudo de la propuesta original a esta nueva que llamamos Shhh a la par que seguimos organizando nuestras Comproper, ya que si bien son propuestas hermanas no son la misma. Intentamos ser buenos anfitriones, ‘dueños de casa’, y al igual que en las Comproper, Diego Parodi, mi colega en esta aventura, cocinó en su casa galletas, escones, pionono y mil delicias más para compartir en forma gratuita con los asistentes de cada fecha de Shhh. Ése fue uno de los tantos aportes que realizamos a ‘pérdida’ y a favor de cambiar la propuesta clásica de: “Pagá entrada, pagá lo que comés y gracias por venir”.

Además del proyecto de Barea Mattos, Ubillos menciona los encuentros Amorir que durante 2008 organizaron Sebastián Alonso y Martín Craciun: “Fue una experiencia buenísima participar varios sábados al mediodía en lo que sucedía en esa esquina de la calle Durazno, había distintas propuestas artísticas que tomaban forma en un pequeño local y por momentos se apropiaban de la calle. En todos estos eventos quienes organizaban invitaban con comidas increíbles, vino y más, algunos se adherían al gesto y llevaban cosas para compartir que se ponían en una mesa. Todo eso me pareció genial, un gran acierto artístico, un acto poético”.

Latinoamericanista

Para Manuel Barrios (Montevideo, 1983), poeta y crítico, es central religar la poesía local a su entorno continental. El mes pasado materializó esta preocupación en el festival Gusto tuyo, que organizó junto con Itzel Ibargoyen con apoyo de los Fondos Concursables para la Cultura del MEC. Diversos emplazamientos -incluyendo la ciudad de Libertad- y una treintena de poetas de la región confluyeron durante cuatro jornadas. “Concebimos Gusto tuyo como una provocación, un estímulo al campo cultural letrado y eso, creemos, fue el resultado. Desde nuestra trinchera perseguimos la acción poética, en sus más diversas y actuales manifestaciones a nivel latinoamericano. En ese sentido el balance es favorable. Se vio a los poetas muy contentos de participar, con una gran predisposición al trabajo colectivo, y esto siempre es importante. Fueron ellos, algunos con un verso, otros con el gesto de su mano, quienes realizaron Gusto tuyo. Lo quizá no tan favorable en este balance fue la confirmación de una falta de curiosidad y, por tanto, de oficio por parte de la media de estudiantes de Literatura y Letras a nivel terciario. Estos estudiantes tienen como costumbre no concurrir a eventos de estas características”, sostuvo Barrios.

“La poesía latinoamericana vive hoy un período jurásico. Nadie perdona nada. Comemos de nosotros mismos. La teleología de mercado nos filtra por sus redes y hay que estar continuamente coleteando. Veo en nuestro contexto poético actual una constante búsqueda de materiales, y eso siempre nos direccionará a Latinoamérica. Por ejemplo, mi segundo libro, Explanans, fue editado en Perçu; los poetas Olga Leiva y Álex Piperno editaron este año en Guatemala por la editorial Catafixia. Yo ahora estoy preparando un libro llamado Más instrucciones para el año XIII, donde nucleo diferentes obras de la escena poética nacional que a mí me resultan relevantes, este libro también saldrá por Catafixia. Es decir, Latinoamérica también está interesada en el contexto poético nacional; sin embargo, lo más dificil de lograr es la apertura. Con Gusto tuyo nosotros propusimos esta apertura a partir de la convocatoria a poetas nacionales inéditos, el tiempo dirá si nuestra opción logró abrir algo o no”.

Además de Ronda de poetas, Barrios menciona a La Pluma Azul, “los aquelarres de Descarrilarte” y las reuniones en el Cafetín de La Teja de La Propia Cartonera como “estímulos sustanciales para la producción, porque son canales para el asombro y lo inesperado”. “Allí nos fogueamos muchos de nosotros leyendo por primera vez o escuchando”, confiesa.

Homenaje a Inverso

Julio Inverso (1963-1999), “el poeta más complejo y vigoroso de la literatura del segundo medio siglo XX uruguayo”, según Elvio Gandolfo, será homenajeado este lunes a las 20.30 en el café la diaria por Rafael Courtoisie, Luis Bravo, Andrea Blanqué y Vida Bastos. Por estos días se editó, a través de Vintén, el sexto tomo de las Obras Completas del fallecido poeta, El asesino y las flores.

.