Los dirigentes sindicales comprometidos con la campaña “Afirmá tus derechos” aseguran que el PIT-CNT ya alcanzó las 270.000 firmas necesarias para someter a plebiscito la reforma de la seguridad social, que, entre otras cosas, establece la eliminación de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP). Recientemente, la Corte Electoral anunció que hay 2.766.323 ciudadanos habilitados para sufragar, por lo que el 10% de las firmas que se exigen constitucionalmente supone unas 276.600 firmas.

De todos modos, el movimiento sindical continuará sumando adhesiones hasta el último día posible –el sábado 27 de abril– para que “esto tenga la potencia más grande que se pueda”, afirmó a la diaria Juan González, presidente del sindicato del Correo Uruguayo e integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. “El número formal, que son las 270.000 [firmas], eso está”, aseguró.

González comentó que en la central sindical prevén que durante la etapa de validación de las firmas la Corte Electoral descarte “en el entorno de un 10%” de las firmas; por eso, sostuvo que en estos últimos días de la campaña seguirá aumentando la cantidad de firmas. “Estamos tranquilos, no tiene por qué haber nada raro”, expresó.

Este martes, el PIT-CNT definirá los detalles de la entrega de las firmas. En principio, el próximo viernes se informará en una conferencia de prensa la cifra exacta de firmas recolectadas y el sábado una caravana partirá desde la sede de la central sindical hasta el Palacio Legislativo, donde sobre las 13.00 la presidenta de la Asamblea General, Beatriz Argimón, recibirá las firmas. Fuentes de la Corte Electoral señalaron a la diaria que “el mismo sábado” Argimón dispondrá su traslado a la sede de la Corte Electoral.

Oficialmente, el PIT-CNT comunicó a principios de abril que tenía 246.527 firmas. El sábado el Partido Comunista y la Unión de la Juventud Comunista entregaron otras 19.089 firmas.

Secretario general de Fucvam: “No es comparable con otros plebiscitos”

En diálogo con la diaria, Gustavo González, secretario general de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), que impulsa la iniciativa del PIT-CNT, calificó la campaña de recolección de las 270.000 firmas como “un hecho extraordinario”. “Ya sabemos que se ha llegado, pero todavía no tenemos la cifra final”, expresó.

El dirigente de Fucvam dijo que el objetivo se logró gracias a “la histórica Intersocial de toda la vida”, con una campaña “espartana, austera y desde abajo”, y a pesar de que “tuvo una cantidad de oposición” por parte del sistema político, tanto del oficialismo como de “algunos sectores que uno no hubiera deseado” que se opusieran. A su entender, se trata de “un triunfo extraordinario”, que “no es comparable con otros plebiscitos”.

González, que integra el Partido Socialista, que respalda la propuesta del PIT-CNT, lamentó el “fuego cruzado” que hubo en el último tiempo, proveniente de “la derecha en su conjunto”, las cámaras empresariales, “algunos sectores del progresismo” y también de “varios analistas que han aparecido ahora, que también se han pronunciado contra nosotros”.

Con todo, el dirigente de Fucvam sostuvo que, a partir de la semana que viene, se abre “una segunda etapa”, en la que “el pueblo, soberanamente y con la conciencia de cada uno en el cuarto secreto, votará por sí o por no estos tres puntos que estamos planteando”.

En síntesis, la papeleta del PIT-CNT propone modificar el artículo 67 de la Constitución para fijar en 60 años la edad jubilatoria, igualar las jubilaciones mínimas al salario mínimo nacional y eliminar las AFAP. “Son tres elementos que se entendieron necesarios en lo inmediato”, dijo a la diaria Alejandro Acosta, dirigente de la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas e integrante del comando a favor del plebiscito.

Acosta afirmó que elevar la edad jubilatoria a 65 años, como hizo la reforma jubilatoria aprobada por la coalición en este período de gobierno, “es evidente que genera mayor desigualdad”, ya que “no toma en cuenta que hay amplísimos sectores de trabajadores y trabajadoras que les cuesta mucho que los patrones hagan los aportes correspondientes”. Aclaró, además, que, si el plebiscito se aprueba, tampoco “hay obligación de jubilarse a los 60”, porque “quien quiera trabajar más allá de esa edad puede hacerlo”.

Por otra parte, Acosta sostuvo que equiparar las pasividades más bajas al salario mínimo nacional “es simplemente un hecho de redistribución de riqueza” para “generar un poco más de ingresos a miles de personas que muchas veces son el sustento, por tener un ingreso más seguro, de miles de familias”.

En cuanto a la eliminación de las AFAP, Acosta afirmó que el régimen de ahorro individual obligatorio “no contribuye a generar mejores condiciones de vida para los uruguayos y las uruguayas”. Mencionó que, en promedio, las AFAP otorgan jubilaciones de “5.000 o 6.000 pesos”, e incluso hay quienes “están cobrando apenas unos 1.000 pesos”. A su juicio, “a esta altura no es un problema ni siquiera ideológico”, sino “un problema de la constatación de que no sirve para los trabajadores y las trabajadoras”.

Rodolfo Saldain: el plebiscito “destruye el sistema previsional”

Distinto es el análisis que compartió este lunes, a las 6.25 de la mañana, el principal redactor de la reforma jubilatoria aprobada por la coalición, Rodolfo Saldain. En su cuenta de X, Saldain sostuvo que el plebiscito “no apunta a modificar la reforma llevada a cabo en este gobierno, sino que destruye el sistema previsional que nos ha enorgullecido históricamente y crea otro con nuevas reglas que lo hacen totalmente insostenible”.

Entre otras cosas, Saldain afirmó que, si se aprueban los tres puntos que promueve el PIT-CNT, el déficit del sistema previsional “rápidamente se iría a unos cinco puntos del PIB” y “su financiamiento requeriría, por ejemplo, un IVA de 35%”, del cual más de la mitad debería destinarse al Banco de Previsión Social (BPS). Asimismo, Saldain sostuvo que el plebiscito conlleva una “gran inseguridad jurídica”.

Consultado al respecto, Sergio Sommaruga, dirigente sindical de la enseñanza privada e integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, dijo a la diaria que “los vaticinios de Saldain se sustentan en supuestos que no son rigurosos, o que al menos deben admitir una polémica conceptual”. Dijo que sus proyecciones “están hechas en un extremo”, como, por ejemplo, “a cuántas personas les correspondería cobrar el aumento de la jubilación mínima”. “No es el dueño de la verdad”, sentenció.

Acerca del pronosticado agravamiento del déficit del sistema de seguridad social, Sommaruga afirmó que “a corto plazo no hay desfinanciamiento”, dado que, “al cortar el trasiego de los 1.400 millones de dólares que anualmente pasan desde el BPS a las AFAP, hay un margen de estabilidad por varios años”. Por lo tanto, sostuvo, “el problema que establece Saldain es de mediano y largo plazo”, e implica “una discusión que hay que dar con serenidad y sin generar pánico, que es de dónde salen los recursos”.

A modo de ejemplo, Sommaruga apuntó que, en lugar de subir el IVA, podría combatirse la defraudación fiscal –que “son millones de dólares que se dejan de cobrar”–, redefinirse la tributación de las exportaciones que empresas argentinas y brasileñas “hacen desde el World Trade Center para no tener que pagar impuestos en sus países”, o discutirse “la exoneración del impuesto al patrimonio”, que equivale a 700 millones de dólares por año y que “recae básicamente sobre el 1% más rico que posee el 70% de la riqueza patrimonial del país”. Lo del IVA, concluyó, “es la opción de Saldain, pero no es la opción del movimiento sindical”.