El nivel de contexto sociocultural de las escuelas uruguayas se construye dividiendo el total de escuelas públicas en cinco grupos de igual cantidad, de modo que el quintil 1 agrupa al 20% de las escuelas de contexto más vulnerable y el quintil 5 al 20% de las de contexto menos vulnerable. De acuerdo con esa categorización, que a veces puede sonar clasificatoria y despectiva, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) distribuye y redistribuye recursos: económicos, materiales, personal capacitado como maestros de apoyo, psicólogos, asistentes sociales, educadores sociales.

Las escuelas que se categorizan escuelas rurales por el medio donde se ubican siempre están clasificadas como escuelas de quintil uno, escuelas de contexto no vulnerable. Según esta categorización, son escuelas con “buenos contextos socioeconómicos, culturales, con buen acceso a la educación, empleo”, y estas condiciones no siempre se cumplen.

He tenido la suerte de conocer muchas escuelas. ¿Por qué digo suerte, cuando el sueño de todo maestro es ser efectivo? Porque año a año esto me da la posibilidad de conocer nuestras escuelas, la manera en la que se relacionan los niños, las familias, conocer e intercambiar conocimientos con colegas.

En los últimos años he visualizado que algunas de las escuelas pertenecientes a la educación rural están teniendo problemas, problemas categorizados en escuelas vulnerables.

La educación debe y puede romper con los esquemas traídos de generación en generación. La educación crea, enseña, planifica, pero no reproduce.

¿Cómo se solucionan estos problemas? Son los docentes de aula, maestros directores o inspectores quienes resuelven estos conflictos, poniéndoles el hombro a muchas situaciones. Pero no se encuentra una aceitada integración con otros organismos, mecanismo de ayuda rápida, anteriormente mencionados.

Cuando se solicita esta ayuda, la principal respuesta es que los problemas no son vinculados a la violencia física o psicológica. Pero si esta problemática es sociocultural, socioeconómica, educativa, también forma parte de una violencia más oculta, que a futuro es vista como una violencia psicológica. Que no sólo se soluciona con amor.

La formación de las familias, el acceso a la educación, el empleo temprano, no vincularse desde una mirada cultural, deportiva con otros, trae consigo problemas de vínculos, vínculos sociales, los que se reflejan en la vida de los niños. Se reflejan en la comunicación con otros, en la resolución de conflictos, en la disposición frente a propuestas que salen de lo conocido.

Esta problemática tiene solución, como docentes tenemos la convicción de que así será porque la educación dejó de ser la planteada por Pierre Bourdieu como “la reproducción que enseña la cultura de sus antepasados”. La educación debe y puede romper con los esquemas traídos de generación en generación. La educación crea, enseña, planifica, pero no reproduce. Sólo necesitamos las herramientas y recursos necesarios. Sólo con amor no se puede.

Evelyn Marchicio es maestra de educación primaria.