Las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acerca de que su país dejará de enviar armamento ofensivo a Israel si invade Rafah generaron distintas reacciones en el gobierno de Benjamin Netanyahu. El propio primer ministro reiteró que está dispuesto a seguir con la guerra incluso sin apoyo del exterior: “Si tenemos que estar solos, lo estaremos”, dijo.

Netanyahu recordó que el martes se conmemora el Día de la Independencia, la creación del Estado de Israel. “En la Guerra de Independencia, hace 76 años, éramos pocos contra muchos. No teníamos armas, había un embargo de armas a Israel, pero con la grandeza del espíritu, la valentía y la unidad entre nosotros, ganamos”, afirmó. “Hoy somos mucho más fuertes”, agregó. Esas declaraciones, que difundió en sus redes sociales para responderle de manera indirecta a Biden, eran un fragmento del discurso que dio el 5 de mayo, en la conmemoración del Día en Recuerdo del Holocausto, informó Efe.

También varios integrantes de su gabinete le respondieron al gobierno estadounidense. Yoav Gallant, el ministro de Defensa, se dirigió “a los enemigos de Israel, así como a nuestros mejores amigos” y les dijo que “cueste lo que cueste”, su gobierno eliminará las amenazas contra Israel.

Uno de los ministros más extremistas, el de Finanzas, Bezalel Smotrich, llamó a “conquistar Rafah por completo y cuanto antes, mejor”, y dijo que “cuando se estableció el Estado de Israel nos vimos obligados a declararlo a pesar de la fuerte oposición del secretario de Estado [estadounidense George] Marshall”.

Otro ministro de ultraderecha, el de Seguridad, Itamar Ben Gvir, publicó en su cuenta de X el emoji de un corazón entre los nombres “Hamas” y “Biden”.

Para Benny Gantz, integrante del gabinete de Guerra israelí, “Estados Unidos ha apoyado a Israel en su momento más difícil y los ataques en su contra por parte de ministros irresponsables son de una actitud ingrata con fines domésticos y que surgen de motivaciones políticas”, según citó Europa Press.

A su vez, el líder de la oposición, Yair Lapid, culpó a Netanyahu de que exista “un desacuerdo público durante tiempos de guerra”. Lapid dijo que en Estados Unidos causó malestar el discurso que Netanyahu dio el domingo -el mismo que republicó este jueves-, y que lo divulgó “un minuto después de que los estadounidenses nos dieran la semana pasada 14.000 millones de dólares”.

80.000 desplazados de Rafah

Desde el lunes Israel comenzó a lanzar operaciones por tierra en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde viven un millón y medio de desplazados de otras zonas de ese territorio palestino. Sin embargo, el gobierno de Netanyahu insiste en que se trata sólo de redadas selectivas contra objetivos de Hamas.

Este jueves, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, advirtió a Israel que “cualquier tipo de gran operación en Rafah beneficiaría a Hamas en la mesa de negociación, no a Israel”. Agregó que el impacto que dé una acción de este tipo en cuanto a víctimas civiles, reforzaría los argumentos de Hamas en su “retorcida narrativa”.

Esa mesa de negociación parece haber fracasado este jueves en El Cairo. La televisión egipcia y el diario israelí Haaretz informaron que las delegaciones de Hamas y de Israel que mantenían un diálogo indirecto sobre una tregua se retiraron de Egipto, aparentemente sin resultados. Sin embargo, está previsto que el diálogo continúe.

También el director de la CIA, William Burns, partió de regreso desde El Cairo a Washington, pero esto “no implica el fin de la actual ronda de negociaciones”, dijo Kirby. “Vamos a seguir en contacto con esos interlocutores, a los que no les vamos a quitar la vista de encima. Seguiremos comprometidos con la esperanza de conseguir algo”, agregó.

Izat al Rishq, un alto cargo del brazo político de Hamas, dijo que la ofensiva israelí, y en particular la toma del paso de Rafah, busca “bloquear los esfuerzos de los mediadores y aumentar la agresión y la guerra de exterminio”, informó Europa Press, citando al diario palestino Filastin.

Desde el lunes, cuando el ejército israelí ordenó a la población del este de Rafah desplazarse hacia el norte, unas 80.000 personas huyeron del lugar, informó la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). “El costo para estas familias es insoportable. Ningún lugar es seguro”, denunció.

También el portavoz de Unicef James Elder, advirtió que en Rafah viven hacinados más de 600.000 niños, que son “altamente vulnerables y están al borde de la supervivencia”.

Elder remarcó que la zona se está quedando sin combustible, en particular desde que los tanques israelíes cerraron el martes el cruce terrestre con Egipto, por donde entraban camiones con ayuda humanitaria.

El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, remarcó que “sin combustible, los camiones no podrán transportar asistencia humanitaria crítica, las bombas de agua dejarán de funcionar y los hospitales restantes cerrarán”.