Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) reiteraron este miércoles desde Bruselas su condena al ataque con 300 drones y misiles de Irán contra territorio israelí. Prometieron nuevas sanciones contra el sector militar de Teherán, al tiempo que exigieron que Israel actúe con “máxima moderación” y que evite una escalada regional del conflicto.

Luego del encuentro celebrado en la capital belga, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, escribió en su cuenta de X que la UE “hará todos los esfuerzos para ayudar a traer estabilidad a la región y evitar una escalada”.

El funcionario belga agregó: “Instamos a todas las partes a que actúen con la máxima moderación. La Comisión Europea se compromete a trabajar con sus socios para poner fin a la crisis en Gaza mediante un alto el fuego inmediato, la liberación incondicional de los rehenes y la garantía de acceso sin obstáculos a la ayuda humanitaria”.

Horas antes, los ministros de Relaciones Exteriores de Reino Unido y Alemania, David Cameron y Annalena Baerbock, respectivamente, visitaron Israel, donde se reunieron con autoridades de gobierno, incluido –claro está– al primer ministro, Benjamin Netanyahu. En esta instancia le pidieron a Israel contención ante la agresión iraní del sábado, que no provocó víctimas, sino daños materiales mínimos en algunas instalaciones militares israelíes.

La defensa ante el ataque de las fuerzas de Teherán fue una acción coordinada entre Israel, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Jordania.

“Esperamos” que Israel reaccione “de manera que contribuya lo menos posible a una escalada y que actúe de una forma al mismo tiempo inteligente y dura”, declaró Cameron en una conferencia de prensa. Por su parte, la ministra alemana expresó: “Ahora todo el mundo debe actuar de forma reflexiva y responsable; no hablo de ceder, hablo de moderación inteligente”.

Por su parte, Netanyahu, de acuerdo a lo que consignaron agencias internacionales, reivindicó luego de la reunión con Cameron y Baerbock el “derecho” de su país “a protegerse” y remarcó que Israel “tomará sus propias decisiones”.

Acerca de la respuesta israelí a Irán, el sitio de noticias estadounidense Axios informó este miércoles que el gabinete de guerra encabezado por Netanyahu consideró la posibilidad de un ataque de represalia el lunes, poco después de que Irán lanzara su acción ofensiva. Sin embargo, finalmente decidió no llevar a cabo el ataque por “razones operativas”, según Axios, que citó en su nota a dos funcionarios israelíes que declararon bajo condición de anonimato.

Paralelamente, este miércoles el diario Haaretz informó que 18 personas, entre ellas 13 reservistas del ejército israelí, resultaron heridas de diversa entidad luego de un ataque lanzado por la milicia chiita de Hezbolá sobre la ciudad beduina de Arab al-Aramshe, ubicada en la región de Galilea occidental, junto a la frontera con Líbano.

La guerra continúa en Gaza

Mientras tanto, en Gaza los ataques israelíes continúan y la agencia de noticias palestina Wafa informó este miércoles que al menos siete personas, incluyendo tres niños, habían sido asesinadas en una incursión israelí perpetrada en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza.

Según Wafa, el ataque alcanzó una habitación y un área de terreno abierto donde se refugiaba un grupo de personas desplazadas. Más de 1,5 millones de palestinos se encuentran refugiados en Rafah, localidad pegada a la frontera de Gaza con Egipto, después de haber sido expulsados por la fuerza de sus hogares en el norte y en la zona central del territorio gazatí.

Este miércoles también fue una jornada agitada en Cisjordania, donde miles de personas salieron a las calles en las ciudades de Ramala, Jericó, Nablus y Hebrón en el marco de la conmemoración del Día del Prisionero Palestino.

De acuerdo a lo que informó el portal panárabe Al Jazeera, los palestinos pidieron la liberación de los prisioneros que están detenidos en Israel sin cargos y reclamaron que las familias puedan volver a visitar a sus seres queridos que se encuentran encarcelados.

Las autoridades israelíes les han negado a los familiares el acceso para visitar a los prisioneros desde el 7 de octubre, cuando se produjo el ataque terrorista de Hamas sobre territorio israelí que desencadenó la guerra en curso.

La marcha de este año fue la más importante de los últimos tiempos porque miles de personas fueron arrestadas en los últimos meses. Según el grupo de defensa del Club de Prisioneros Palestinos, el número de detenidos y prisioneros palestinos aumentó a más de 9.000, en comparación con los 5.200 que había antes del 7 de octubre.