El fiscal de Delitos Económicos Alejandro Machado, a cargo de la causa por la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, incorporó a su carpeta investigativa algunos audios de Whatsapp que fueron enviados en setiembre de 2022 por el entonces jefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano. Allí Astesiano daba a entender que la responsabilidad política por el trámite del pasaporte iba a recaer sobre la vicecanciller Carolina Ache, quien renunció a ese cargo en el gobierno recién cuatro meses después de efectuado el pronóstico.

Los audios, que ya estaban en la carpeta de la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Sabrina Flores, se recuperaron del celular del escribano Álvaro Fernández, uno de los primeros imputados en el marco del caso Astesiano. Si bien el fiscal Machado no tiene previsto, por el momento, citar a Astesiano para que profundice sobre las razones que lo llevaron a compartir esas expresiones, la información fue considerada relevante, ya que los audios se enviaron en una fecha clave para la investigación que se lleva adelante en la sede penal de Delitos Económicos.

El 22 de agosto de 2022, el gobierno atravesaba su primera tormenta por el caso Marset. Ese día, la oposición interpelaba a los ministros Luis Alberto Heber (Interior) y Francisco Bustillo (Cancillería) por la entrega del pasaporte a Marset, un asunto que diez días después de la instancia parlamentaria daría lugar a la formación de la causa judicial que actualmente está a cargo de Machado, y que luego tendrá incluso otras derivaciones.

Los días previos a la instancia en el Senado fueron intensos. Hubo una reunión en la casona del Prado del Ministerio del Interior, en la que estuvieron, además de Heber y Bustillo, los subsecretarios Guillermo Maciel y Carolina Ache, y varios funcionarios del gobierno. En ese cónclave, denunciaría Ache más adelante, se decidió ocultar ante el Parlamento las conversaciones por Whatsapp que ella había tenido con Maciel entre setiembre y noviembre de 2021 -antes de la expedición del pasaporte-, en las que se advertía que Marset era un narco “peligroso y pesado” que estaba preso en Dubai.

Con esa situación como telón de fondo, Astesiano recibió un mensaje del escribano Fernández, su socio en los negocios vinculados a pasaportes para ciudadanos rusos. “Buenas!!! Cómo estás? Cómo está todo? Imagino que un poco complicado por este caso que saltó ahora, no? Abrazo”, preguntó Fernández, que seguía en contacto con el jefe de la seguridad presidencial, a pesar de los desencuentros que habían tenido en los meses anteriores (le había adelantado 10.000 dólares por unos trámites, sin obtener nada a cambio).

Más allá de que las circunstancias de la interpelación lo tenían ocupado, Astesiano respondió que, en su opinión, el tema del pasaporte para Marset no iba a generar mayores complicaciones para la Torre Ejecutiva. El entonces jefe de la seguridad presidencial fundamentó su vaticinio en un mensaje de audio: “Está todo bien. Ahí la que va a comer es la viceministra [Ache], por algo que hizo. Y todavía lo hizo estando nosotros allá en Dubái”. A lo que acotó: “Está todo bien, es una pajera”. Fernández y Astesiano dejaron de hablar del tema; siguieron con el intercambio, pero se concentraron en una documentación que debían tramitar para un empresario ruso. Ese audio sobre Ache es uno de los que Machado decidió incorporar recientemente a su carpeta investigativa.

Un día después de esa interpelación, Astesiano tuvo otra conversación vinculada a los impactos políticos provocados por el caso Marset. Uno de sus subalternos en el equipo de seguridad presidencial, el policía Jorge Borges, opinó en un mensaje de Whatsapp que el abogado Alejandro Balbi había sido la persona que “movió todo” lo relacionado al pasaporte para el narcotraficante y que estaba “en la tapa del libro” que “puso plata” para conseguirlo. “Claro que sí”, avaló Astesiano, sin hacer más comentarios.

Cuatro meses antes de estos hechos, el 14 de mayo de 2022, Astesiano ya había recibido otro mensaje vinculado a Marset. Fue una advertencia que le hizo uno de los policías de Inteligencia que se le acercó para ofrecerle información que podría comprometer al exdirector de Policía Mario Layera: “cuidado con el narco uruguayo”, le escribió ese contacto, que trabajaba en aquel momento en la seguridad de La Tahona. El policía le compartió un artículo periodístico sobre operativos antidrogas que se llevaban a cabo por esa fecha en Paraguay y que afectaban intereses de la organización liderada por Marset. Astesiano coincidió con el exfuncionario de Inteligencia en que había que seguir el tema con atención, pero no hizo más comentarios.

Los días en Dubái

Astesiano había estado en Emiratos Árabes del 20 al 22 de febrero de 2022, como integrante de la delegación uruguaya, encabezada por el presidente Luis Lacalle Pou, que participó en la Expo Dubái. Por lo tanto, todo indica que la mención a esa ciudad emiratí en el audio al escribano Fernández -“todavía lo hizo estando nosotros allá en Dubái”- era una referencia a ese viaje oficial.

Durante la investigación que lleva adelante el fiscal Machado, se pudo comprobar que el pasaporte de Marset se imprimió en la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC) del Ministerio del Interior el 25 de febrero de 2021 y que cinco días después fue levantado en ese lugar por el abogado Carlos Balbi, hermano y socio de Alejandro, el defensor de Marset.

Unos días después, reconstruyó la Fiscalía, un hermano del narcotraficante levantó el documento en el estudio jurídico de los hermanos Balbi y lo llevó personalmente a Emiratos Árabes, ya que el envío por valija diplomática había sido descartado. En la investigación judicial todavía no se ha logrado determinar en qué fecha salió Marset de Emiratos Árabes y cuál fue su siguiente país de destino. Lo que sí está claro es que, a finales de febrero de 2023, cuando se llevó a cabo el operativo A Ultranza Py, Marset ya se encontraba prófugo, en algún lugar del mundo.

Otro dato que surgió en el celular de Astesiano, en principio no vinculado a Marset, es que durante esos días de la Expo Dubái también se encontraba en esa ciudad el ruso Fedor Bogorodskiy, protagonista de otros episodios vinculados al caso que involucra al exjefe de la seguridad presidencial. “Hola, ¿cómo estás? Todavía estoy en Dubái, en Downtown”, escribió el empresario ruso el 21 de febrero de 2022. Dos meses después de ese intercambio, Bogorodskiy coordinará con Astesiano el ingreso a Uruguay de Andrey Kashtanov y Olesia Dzhumelia, los dos rusos que se casaron en un supermercado del Chuy.

Ante la pregunta por Whatsapp de Bogorodskiy, Astesiano respondió que en ese momento se encontraba de viaje rumbo a Abu Dhabi y que regresaría a Dubái recién en la noche. El empresario ruso, que vive en Uruguay desde 2009 y que ha estado vinculado a negocios con criptomonedas, le comentó a Astesiano que volvería a Montevideo recién el 6 de marzo, por lo que había tiempo para encontrarse. Luego, en otro mensaje, mandó una foto que un amigo suyo se había sacado esa mañana junto a Lacalle Pou. “Me mandó recién. Está acá, vive acá, es el hijo de un millonario de Líbano, que tiene sus frigoríficos en Uruguay”, acotó Bogorodskiy. Astesiano replicó que había visto a esa persona afuera del stand uruguayo en la Expo Dubái y que estaba al lado del presidente cuando tomaron la foto.

En la conversación que apareció en el celular de Astesiano no queda claro si finalmente se reunieron, pero sólo la presencia de Bogorodskiy en Emiratos Árabes ya bastaría para convalidar el arranque de un artículo que publicó el semanario Búsqueda en octubre de 2022: “Fedor Bogorodskiy tiene la cualidad de aparecer en lugares poco comunes”. Consultado por Búsqueda para esa nota, el empresario ruso no quiso aclarar cuál había sido su participación en el casamiento en el supermercado del Chuy, porque, según dijo, tenía “exclusividad” con el Grupo R Multimedio (ex La República).

Cómo sigue la causa Marset

Luego de analizar la declaración de las 13 personas que fueron a Fiscalía en octubre y noviembre de 2023, Alejandro Machado definió realizar una segunda ronda de citaciones, incluyendo al abogado de Marset, Santiago Moratorio, y a otras personas que habían sido mencionadas en esas audiencias.

Esa instancia, que sería la última ronda de declaraciones previo a una definición del fiscal Machado, se suspendió por problemas edilicios en la sede y hasta ahora no ha sido posible coordinar una nueva agenda de citaciones.

Tras las declaraciones, Machado recibió al menos dos pedidos de archivo de la causa. Las solicitudes de los abogados Jorge Barrera y Eduardo Sassón -defensores de la excónsul Fiorella Prado y de la exdirectora de Consulares y Vinculación de Cancillería Pauline Davies, respectivamente- todavía no han sido respondidas por el fiscal, que desde febrero cuenta con menos personal en su equipo de trabajo, luego del traslado de una de las dos fiscales de su equipo.

Luego de definir si formaliza el proceso o archiva el caso, continuará con la investigación sobre la destrucción de los chats certificados entre Carolina Ache y el exsubsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, una investigación en la que podría declarar en calidad de indagado el presidente Lacalle Pou.